miércoles, 16 de marzo de 2022

AMOR POR LAS LETRAS - Novela de Wattpad.

Ya pueden leer los tres primeros capítulos de AMOR POR LAS LETRAS en @wattpad 💪🏽 de manera COMPLETAMENTE GRATUITA.

 COMENZÁ A LEERLO 💗

ARGUMENTO

Elena solo tiene una cosa en claro, y es que no tiene ni idea de qué quiere o de qué le depara el futuro. Sus amigas al parecer lo saben absolutamente todo y tienen pensado cada paso que darán al terminar el secundario, lo que pone a Elena aún más en aprietos. Pero todo cambiará cuando un nuevo profesor llegue como sustituto a su colegio y le enseñe a Elena y a sus amigas que está bien confundirse, arriesgarse, intentar y fallar, porque el camino llamado vida tiene sus sorpresas y el futuro, por más que lo edifiquemos a nuestro gusto, es siempre incierto. 

Animáte a conocer esta historia y a estas cuatro amigas que, con sus locuras, te harán reflexionar sobre la importancia de la amistad, el amor y las decisiones que uno toma.


INFUNDIO - ¡MI #1 NOVELA PUBLICADA!

 




Aʀɢᴜᴍᴇɴᴛᴏ:

Hayley es una joven de dieciséis años que vive actualmente en las afueras de la ciudad con su madre y su hermana menor. Su padre, Adrien Klein, es uno de los líderes más importantes del Ejercito de Tyrdem y siempre inculcó a sus tres hijos: Luc, Hayley y Lilith, los valores y fundamentos necesarios para que se unieran a la edad correspondiente a él. Su hijo mayor, Luc, siguió sus pasos prácticamente sin dudar en cuanto tuvo la oportunidad y ahora es el tiempo de que Hayley haga lo mismo.
Muchos adolescentes esperan con ansias el momento de unirse al Ejercito y ser parte de dicho grupo de élite que se encarga de proteger a la ciudad de los rebeldes, pero para Hayley este no es un asunto tan simple.
En su camino se encontrará con obstáculos peligrosos, con preguntas acerca de sí misma y con verdades ocultas que la llevaran a cuestionarse acerca de todo en lo que siempre creyó, y una vez que sus dudas se hayan disipado no habrá vuelta atrás.





📚 OBTENÉ TU EJEMPLAR EN FÍSICO:

En el siguiente enlace podrás entrar a la tienda virtual o a la web de la editorial para solicitarlo por ahí. A su vez encontrarás el BOOK TRAILER:

OBTENE INFUNDIO ACÁ

WEB DE LA EDITORIALhttps://autoresdeargentina.com/infundio-i-l-r/


NOVEDADES

PRÓXIMAMENTE SALE INFUNDIO EN E-BOOK !! 💗

lunes, 18 de agosto de 2014

James Arthur - Impossible

Recuerdo que años atrás alguien me dijo que debía tomar precauciones cuando se trata de amor, lo hice  Y tú eras fuerte y yo no. Mi ilusión, mi error. Era imprudente, lo olvidé, lo hice. Y ahora que todo está hecho, que no hay nada que decir. Te has ido y sin ningún esfuerzo has ganado, puedes seguir con tu camino, diles. Diles todo lo que ahora sé. Grítalo desde los techos. Escríbelo en el horizonte. Todo lo que teníamos ahora no está. Diles que fui feliz y que mi corazón está roto.Todas mis cicatrices están abiertas.. Diles que lo que tanto esperé era...Imposible.


viernes, 8 de agosto de 2014

LOLA

Era un día triste, había perdido las ganas de continuar, de sonreír. Ella se sentía consumida, acabada, y ahora tenía síntomas en su cuerpo que le daban una razón más para seguir en cama: toz, dolor de cabeza, mareos y otros. Se había acostado en el dormitorio de sus padres mientras ellos estaban fuera, habían dicho que irían al supermercado y la dejaron con su hermana mayor, ya que le daba miedo quedarse sola, aunque ese no era en realidad su temor.
El sonido de la puerta se escucho a lo lejos y la hizo apagar el televisor, ella tenía ocho años cumplidos hace tan solo un mes y medio.
Su madre apareció en el dormitorio y coloco algo sobre sus piernas estiradas en la cama. Al principio ella no distinguió lo que era hasta que vio a aquella bola peluda y negra moverse y ponerse de pie torpemente. Un cachorrito, o  mejor dicho una cachorrita camino sobre sus piernas cayendo de un costado al otro, de una forma muy graciosa. Ella sonrió otra vez.
La tomo en sus manos y le recriminó: Nunca vas a poder reemplazarlo. La cachorrita le dio un lengüetazo en el rostro y otra sonrisa le robo.
Ese once de agosto llegó a la vida de la familia un ser lleno de luz y que cambiaría todo, que les daría alegría infinita.  
Luna, Kiara, Estrella, muchos nombres aparecieron en la difícil tarea de bautizar al nuevo integrante de la familia: Lola fue el elegido. Una novela de ese entonces había dado el puntapié inicial para esa elección y fue perfecta.
A partir de ese día empezó todo. Pasaron cada segundo posible juntas, jugaron, rieron y la cachorrita estuvo para ella en sus momentos más tristes y también en los más felices.
Cada vez que la madre de la niña iba a buscarla al colegio ahí estaba Lola, ladrando, moviendo la cola y saltando como si pudiera volar, como si pudiera tocar el cielo cada vez que la veía a ella.
El llegar a casa era una fiesta, la cachorrita recibía a todos cada día como si fuera un momento único e irrepetible. Los hacia reír y sentirse bienvenidos. Ella les daba amor y seguridad, aún cuando era casi imposible de dar.
Juegos tontos pero divertidos, aventuras increíbles y especiales rodearon su infancia. La niña de ocho años ya era una adolescente, la cachorrita ya había crecido, pero sus sentimientos, su afecto el uno por la otra eran aún mayores.
Ellas salían a pasear, iban al parque, dormían juntas, jugaban, eran felices.
A pesar de todo, la adolescente a veces no estaba siempre para ella, estudiaba, salía con sus amigos, hacia otras cosas, pero siempre la perrita estaba ahí, esperándola cada vez que ella entraba por la puerta. Volvía a festejar que su hermana había vuelto.
El paso del tiempo las marco. La adolescente tenía otros problemas, otras tristezas, otras dudas, estaba cambiando. La perrita empezaba a mostrar menos ganas de jugar y más ganas de dormir.
Las lágrimas de la joven eran siempre secadas por los besos de la perra y las ganas de jugar de la perrita volvían cada vez que la joven planteaba un juego nuevo junto con su hermana mayor.
Las tres jugaban a esconderse, a perseguirse una a la otra, a la pelota y a muchísimas cosas más.
Pasaron cumpleaños, alegrías, llantos, situaciones, paso la vida y con ello llego una complicación que sería la más triste de sus vidas. Con once años, la perrita tuvo un ataque, era verano, hacía calor y el día era insoportable. Ella no paraba de caminar de un lado para otro, se subía a los muebles y tiraba la cabeza para atrás, no eran signos alentadores pero la joven no podía aceptar ninguna noticia negativa sobre su mejor amiga, sobre su hermanita.
Una visita al veterinario hizo que todo saliera bien, al menos por el momento. La perrita volvió a casa, volvió a correr pero no tan seguido, a jugar, a subirse a la cama aunque con más dificultad y como siempre siguió dando amor.
La perrita tuvo varios exámenes médicos pero no podía decirse bien si era lo que todos sospechaban, lo que todos temían.
Los meses pasaron, un segundo ataque surgió. Esta vez de noche. La joven y su padre salieron corriendo en busca de algún lugar de emergencias. La perrita paso una noche difícil, no volvió en sí a pesar de que pasaron las horas y dejo de caminar, las malas noticias era inevitables.
Nuevos exámenes se le hicieron a Lola, todos estaban nerviosos, asustados, le pidieron a uno de los doctores que por favor no tardaran más tiempo en revisarla, que estaban hace una hora o más esperando para que la atiendan: “Hay casos más extremos” – dijo una. - ¿Más extremos? – le replico.
No hay nada más extremo que ver a alguien mal, no importa cuál sea la definición exacta de esa palabra. Mal es mal para alguien que está viendo a un ser amado pasando algo terrible.
La atendieron, la sondearon, le sacaron sangre. Todo lucia normal pero el conflicto era otro, era algo neurológico, algo que solo puede verse con una resonancia.
La perrita pasó una noche en su casa, con su familia. Ellos no sabían qué hacer, la decisión era más difícil que cualquier otra que hubieran tenido que tomar.
Muchos veterinarios dijeron que no ella no podía seguir, que tenían que despedirse de ella pero la joven no iba a aceptar eso.
¿Cómo podía dejarla ir sin luchar por ella? ¿Cómo iba a darse por vencida con alguien que amaba?
Internaron a la perrita, ella estuvo siete días allí. El lugar era muy bueno, atendían de una manera excelente a cada animalito pero obviamente el ambiente era depresivo. Perros y gatos eran visitados por sus parientes humanos, algunos no volvían a sus casas mientras que otros salían curados. Lola no había mejorado mucho, no caminaba y estaba sondeada pero comía y aunque muchos le decían a la joven que ella no los reconocía, no creía en sus palabras. Ella sabía que Lola los veía, en varias ocasiones su perrita la había besado como lo hacía antes, levantaba las orejas al escuchar su voz y la miraba cuando se alejaba. La reconocía, para ella eso era la única verdad.
El séptimo u octavo día de internación le dieron el “alta” a Lola. Los médicos le advirtieron que no volvería a caminar y le sacaron un turno para hacer la resonancia, la única prueba que iba a dictar lo que ella tenía.
En el auto camino al lugar para hacerle el estudio la perrita estaba abrazada con la joven, y sin más empezó a caminar, tambaleándose como el primer día que había llegado y que había caminado sobre sus piernas en la cama.
Todos sonrieron, la suerte se había volteado aunque sea un poco.
El estudio dictamino la realidad, había un tumor en su pequeña cabecita, no era operable, no iba a desaparecer e incluso podía crecer. Fue la noticia más triste de sus vidas, o al menos de la mía.
Porque no puedo decir lo que sintieron los demás, solo puedo decir lo que sintió y siente esa joven, puedo decir lo que siento yo, ella.
Lola iba a estar medicada, se iba a intentar darle una vida más larga para que pudiera continuar a nuestro lado, para que pudiera seguir aquí.
Hubo altos y bajos. Su neurólogo venia a verla seguido y cada vez que él venía ella parecía fresca, sana, se subía al sillón, caminaba, y no parecía pasarle nada.
Ella como siempre siguió dando amor incondicional, haciéndome reír, calmando mis pesares y estando a mi lado.
Dejaba de caminar unos días y volvía a resurgir de las cenizas como el ave fénix.
Paso su cumpleaños numero doce, por dentro todos estaban felices ya que no habían creído que ese día llegaría pero aquí estaba. Un año más, doce años que cumplía Lolita.
Habían conflictos en la familia, la moral, la ética, la vida y la muerte eran temas comunes. Nadie quería ver sufrir a lo más lindo de su vida, nadie quería dejarla ir tampoco pero era un tema muy delicado, cada uno tiene distintos pensamientos y ninguno tenía razón o no.
Por mi parte yo no quería dejarla ir, no quería que ella no pudiera pelear, quería que ella decidiera o no como seguir. Lloraba y sufría al sentirme en conflicto conmigo misma.
No había nada más importante en mi vida que ella, era mi todo.
El ultimo mes dejo de caminar por tres días, no podía ir a hacer sus necesidades y bañarla seguido se hizo habitual. Volvio a resurgir, a caminar, la decisión era aun más difícil de tomar. No iba a tomarla, no iba a hacerlo.
Recuerdo que comenzó a caminar cuando estábamos solas, ella y yo en casa. Le serví comida en su plato y ella se paro y camino conmigo para comer, luego nos pusimos a caminar por toda la casa, yo estaba feliz por eso e incluso la grabe, estaba emocionada de verla así y ella también. Cuando se canso la volví a acostar, contenta por su logro.
Un domingo me fui de casa, salí a pasear, salude a Lola y me fui. Cuando volví ella no caminaba, y no volvió a hacerlo.
Visitamos a su veterinaria, ella opinaba igual que yo, que no podía tomar esa decisión, que era difícil y que había que respetar las decisiones de todos.
Con el correr de los días nos dedicamos completamente a mi perrita, a mi bebita. Tuvo problemas en la piel, hubieron cuidados especiales para ella, le di de comer en la boca y ella estaba con un apetito impresionante. Había que ayudarla con sus necesidades y con otras cosas.
Estaba cansada pero no me importaba, ella lo valía todo.
El día que dejo de querer comer de mi mano sentí una puntada en el pecho, yo sabía lo que pasaba y sabia lo que iba a pasar pero eso no lo hacía menos doloroso.
Al otro día empezó a respirar mal, hable con mi psicóloga al respecto. Hasta ese momento Lola no había sufrido pero ahora no sentía que estuviera bien dejarla así, respirando mal, eso sin dudas debía ser molesto y terrible, asi que tome la decisión.
Volví a casa y no me separé de su lado, en medio hubo otra discusión, otra decisión difícil, pero no es importante ahora.
La noche del jueves 31 de julio me acosté a su lado después de comer, la mire a los ojos, la abrace, la mime, le di agua aunque ella no estaba muy a gusto con eso, no quería ingerir nada, le jugué un poco y levanto la cabecita en ese momento, se acerco a mi cara y me beso (yo sentí que me dijo - no tengo ganas de jugar) pero podría haber sido cualquier cosa.
Hablé con ella, le dije todo lo que sentía, recordé momentos juntas, confesé que ya estaba destrozada por dentro y que me sentía devastada. Le pedí por favor que no me obligara a tomar la decisión, que no podía hacerlo, que no me sentía feliz con eso. Le dije que la amaba y que nunca ni por casualidad iba a olvidarla.
Ella me dio un besito, como aquel que me dio el primer día, mirándome a los ojos.
Nos recostamos juntas en su cucha con su cabeza en mi hombro.
A las dos de la mañana sentí frió, le di un beso y sin darme cuenta, completamente dormida, me acosté en mi cama, con su cucha al lado. Luego se fue.
Siento que con su partida una parte de mi se fue con ella. Que nunca nada va a ser lo mismo y ver sus lugares, sus recuerdos me entristecen y al mismo tiempo me dan alegría, está teñido de muchos colores el sentimiento, es imposible no sonreír con tantos recuerdos lindos, y eso al mismo tiempo me entristece porque sé que no está más aquí conmigo.
Ha pasado una semana desde que te fuiste y aun no comprendo cómo el mundo puede seguir sin vos, como la vida continua.
Un perro, es un amigo fiel, es un compañero leal, que siente y lo único que le importa es dar amor.
Nunca voy a olvidarla, nunca nadie va a reemplazarla, nunca voy a dejar de amarla.
El amor de un perro hacia un hombre es infinito, y el que tuvo un perro alguna vez en su vida sabe que eso es reciproco, que el amor es infinito y que ellos dejan huellas en nuestros corazones que NUNCA podremos olvidar, ni querremos hacerlo.


                                        Para mi infinito, mi vida entera, mi mejor amiga, para Lola. 
                                                      Siempre vas a estar en mi corazón. 


miércoles, 23 de julio de 2014

Eternamente VIVA - De ILR


"La verdad que escribir constituye el placer más profundo, que te lean es sólo un placer superficial" - Virginia Woolf


¿Qué puede impulsar a una persona a odiar a otra? ¿Su forma de mirar, de pensar, de sentir? Tal vez su apariencia, su religión, sus ambiciones, no lo sé. Fue lo primero que me pregunte al empezar a escribir esto.
Aun muchos seguimos pensando en que impulso al mundo a tal oscuridad, como la que vivieron los judíos en el holocausto.
Algunos diran que fue una estrategia económica, otros dirán que fue un fanatismo exagerado, por mi parte no encuentro una respuesta, no encuentro ningún tipo de razonamiento que me pueda explicar que condujo a tal horror.
No soy judía, no soy religiosa, no soy Europea. Podría decir que no tengo nada que ver con ello y sin embargo lo tengo todo. Nadie debería quedar excento de saber o al menos intentar conocer un poco de lo que fue esa masacre.
Hay libros, diarios, películas y muchos medios que expresan lo vivido en aquellos tiempos, pero no lo vivimos en carne propia.
El ver el maltrato de los soldados nazis, el cómo asesinaban personas sin piedad y jugaban con la vida de un ser humano trae lagrimas a mis ojos que me hacen darme cuenta de una parte pura e inocente que aun conservamos con nosotros.
Ana Frank dijo en su diario "A pesar de todo, sigo pensando que la gente es buena". La primera vez que lei esa frase sentí una serie de sensaciones diferentes recorriendo mi cuerpo, mi sangre. Sentí rabia, porque aun viendo el lado bueno de las personas no pudo salvarse, sentí impotencia, por no poder haber estado allí con ella, por no poder haberla ayudado, ni a los ocho habitantes de la casa de atrás, sentí frustración, porque era muy joven, y luego sentí algo que no esperaba sentir… sentí alegría, porque no es una simple frase en un libro, sino que es algo que una persona de carne y hueso como yo escribió, que a pesar de lo que ocurría en su vida, a pesar del infierno que estaba experimentando y a pesar de que ya había perdido casi todo, aun conservaba su bondad, su esperanza, su humanidad, aun cuando lo que la rodeaba carecía de ella.
Ana no era perfecta, no era una chica correcta, no era el modelo a seguir, era una joven normal, con pensamientos positivos y negativos como los tenemos todos. Con un poder de expresión envidiable y admirable, y con una personalidad impresionante. ¿Qué hubiera sido de ella si no hubiera muerto de tifus? No lo sé, seguramente hubiera sido distinta la historia, tal vez hubiera quedado marcada por la guerra como quedaron tantos de los sobrevivientes, pero estoy segura que ella hubiera dejado una marca en el mundo, tal como lo hizo con su diario.
Ella marco a las personas que conoció, marco a su madre, a su padre, a su hermana, y a sus compañeros de encierro, aunque no me gusta llamarlo de esa forma. Marco la vida de Peter y le hizo imaginarse una vida fuera, aunque eso no ocurrió.
Creo a Kitty, esa persona con la que podía contar sus inquietudes, los pleitos que vivía, los cambios físicos y sentimentales que iban apareciendo, y quien fue su última y más preciada compañía.
Ella confió en un pedazo de papel para confesar cada fantasía y secreto oculto y se convirtió en la escritorio que tanto quería.
Lo que más me afecta de todo, es su corta edad. Pensar en esos preciados pensamientos que no parecen de tan solo una niña de 13 años. Dirán que tal vez fue por su época, dirán que la guerra la hizo madurar rápido, dirán muchas cosas, pero  ¿saben qué? No importa lo que haya sido, ella logro que el mundo conociera su realidad, su verdad, y sobre todo… su alma.
Ana vive a través de su diario, siente, piensa, llora, aún hoy en día.
Vive en el recuerdo de todos los que han conocido su historia y seguirá eternamente entre nosotros.
Por siempre.

Escrito por ILR.

lunes, 23 de junio de 2014

El Diario de Ana Frank. (Ultima pagina)

Martes, 1 de agosto de 1944


Querida Kitty
"Un manojo de contradicciones" es la última frase de mi última carta y la primera de esta. "Un manojo de contradicciones", ¿serías capaz de explicarme lo que significa? ¿Qué significa contradicción? Como tantas otras palabras, tiene dos significados, contradicción por fuera y contradicción por dentro. Lo primero es sencillamente no conformarse con la opinión de los demás, pretender saber más que los demás, tener la última palabra, en fin, todas las cualidades desagradables por las que se me conoce, y lo segundo, que no es por lo que se me conoce, es mi propio secreto.
Ya te he contado alguna vez que mi alma está dividida en dos, como si dijéramos. En una de esas dos partes reside mi alegría extrovertida, mis bromas y risas, mi alegría de vivir y sobre todo el no tomarme las cosas a la tremenda. Eso también incluye el no ver nada malo en las coqueterías, en un beso, un abrazo, una broma indecente. Ese lado está generalmente al acecho y desplaza al otro, mucho más bonito, más puro y más profundo.
¿Verdad que nadie conoce el lado bonito de Ana, y que por eso a muchos no les caigo bien? Es cierto que soy un payaso divertido por una tarde, y luego durante un mes todos están de mí hasta las narices. En realidad soy los mismo que una película de amor para los intelectuales: simplemente una distracción, una diversión por una vez, algo para olvidar rápidamente, algo que no está mal pero que menos aún está bien. Es muy desagradable para mí tener que contártelo, pero ¿por qué no habría de hacerlo, si sé que es la pura verdad? Mi lado más ligero y superficial siempre le ganará al más profundo, y por eso siempre vencerá. No te puedes hacer una idea de cuántas veces he intentado empujar a esta Ana, que solo es la mitad de todo lo que lleva ese nombre, de golpearla, de esconderla, pero no lo logro y yo misma sé por qué no puede ser.
Tengo mucho miedo de que todos los que me conocer tal y como siempre soy descubran que tengo otro lado, un lado mejor y más bonito. Tengo miedo de que se burlen de mí, de que me encuentren ridícula, sentimental y de que no me tomen en serio. Estoy acostumbrada a que no me tomen en serio, pero solo la Ana "ligera" está acostumbrada a ello y lo puede soportar, la Ana de mayor "peso" es demasiado débil. Cuando de verdad logro alguna vez con gran esfuerzo que suba a escena la auténtica Ana durante quince minutos, se encoge como una mimosa sensitiva en cuanto le toca decir algo, cediéndole las palabras a la primera Ana y desapareciendo antes de que me pueda dar cuenta.
O sea, que la Ana buena no se ha mostrado nunca, ni una sola vez, en sociedad, pero cuando estoy sola casi siempre lleva la voz cantante. Sé perfectamente cómo me gustaría ser y cómo soy...por dentro, pero lamentablemente solo yo pienso que soy así. Y esa quizás sea, no, seguramente es, la causa de que yo misma me considere una persona feliz por dentro, y de que la gente me considere una persona feliz por fuera. Por dentro, la autentica Ana me indica el camino, pero por fuera no soy más que una cabrita exaltada que trata de soltarse de las ataduras.
Como ya te he dicho, siento las cosas de modo distinto a cuando las digo, y por eso tengo fama de correr detrás de los chicos, de coquetear, de ser una sabihonda y de leer novelitas de poca monta. La Ana alegre lo toma a risa, replica con insolencia, se encoge de hombros, hace como si no le importara, pero no es cierto: la reacción de la Ana callada es totalmente opuesta. Si soy sincera de verdad, te confieso que me afecta, y que hago un esfuerzo enorme para ser de otra manera, pero que una y otra vez sucumbo a ejércitos más fuertes.
Detro de mó oigo un sollozo: "Ya ves lo que has conseguido: malas opiniones, caras burlonas y molestas, gente que te considera antipática, y todo ello solo por no querer hacer caso de los buenos consejos de tu propio lado mejor". ¡Ay, cómo me gustaría hacerle caso, pero no puedo!Cuando estoy callada y seria, todos piensan que es una nueva comedia, y entonces tengo que salir del paso con una broma, y para que hablar de mi propia familia, que enseguida se piensa que estoy enferma, y me hacen tragar píldoras para el dolor de cabeza y calmantes, me palpan el cuello y la sien para ver si tengo fiebre, me preguntan si estoy estreñida y me critican cuando estoy de malhumor, y yo no lo aguanto; cuando se fijan tanto en mí, primero me pongo arisca, luego triste y ,al final, termino volviendo mi corazón, con el lado malo hacia fuera y el bueno hacia dentro, buscando siempre la manera de ser como de verdad me gustaría ser y como podría ser...si no hubiera otra gente en este mundo.

Tu Ana M. Frank
Asi termina el diario de Ana Frank.